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lunes, 2 de enero de 2012

Una Noche (Parte II)

No siempre es posible escaparse del pasado. Por más rápido que se corra, por más lejos que se arranque. Roberto había viajado de una ciudad a otra sin rumbo fijo. Madrid, Barcelona y luego Roma. Un romance tras otro. Pacos, Manolos y Giovannis. A veces sin nombre alguno. Trabajos esporádicos, poco dinero. Así pasaron dos meses. Y luego tomó un avión rumbo a Frankfurt. Finalmente había conseguido un trabajo más estable. Pero siempre estaba pensando en escapar del lugar en el que se encontraba. Y unos meses más tarde estaba establecido en Berna y luego en Zurich. Y así tres año de ciudad en ciudad. Hasta aquella noche que recibió un llamado desde Santiago.



Al principio no reconocio la suave voz masculina. El acento se le hizo ligeramente familiar. Y no escuchó la respuesta cuando pregunto quien llamaba. Así que volvio a preguntar. Y la respuesta lo dejó helado. Sin palabras. Sin procesar la información.
-Roberto, ¿estás ahí? - la voz masculino la hizo retroceder a las frías noches de invierno en Santiago. A la humeda calzada del paseo Ahumada, siempre atiborrado de gente caminando de un lado al otro, sin mirarse.
-Simón... -la voz de Roberto apenas salió de su garganta- que sorpresa
-Me fue muy dificil encontrarte -Simón sonaba distante al otro lado del telefono-, ya había perdido la esperanza. Tienes que volver.
-No tengo intenciones de volver, ni motivos... -Roberto estaba desconcertado por la frialdad de Simón al otro lado de la linea- ¿A que volvería yo a Chile?
-Tienes una hija...
Se quedó en silencio, tratando de asimilar lo que Simón le había dicho. Fue como si le hubieran hablado en otro idioma. Ni siquiera fue un balde de agua fria. Simplemente fue una secuendia de palabras, de las cuales él no entendío nada. Simplemente cortó el telefono. No quiso continuar esa conversacion.
Dos minutos más tarde levantó el auricular y marcó un número. Una musica le indicaba que esperara. Después de una corta espera, la voz de una mujer lo sacó de su ensimismamiento.
-British Airways may I help you?
Iría a Chile. Aunque no sabía a que. pero iría. Aunque se tuviera que topar con todos aquellos sucesos que había tratado de ocultar, aunque tuviera que reencontrarse con todo lo que él había tratado de olvidar.
Una vez que terminó su llamado con la aerolinea llamó a la casa de su mamá, en Santiago. Sin entrar en demasiadas explicaciones, le avisó que iba a estar en Santiago en tres días. Después de eso, sin entender porque dio un grito ahogado y se puso a llorar. Lloraba con fuertes sollozos, con desesperación. Sofía ya no estaba, Bruno ya no estaba. había abandonado a Simón, se había ido del país sin siquiera decirle adios. Y ahora, era él quien lo hacía volver.
Sintió que el aire se le acababa. Y sintío que ya no tenía porque seguir escapando.

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