Y finalmente llegamos a la tercera, y última, parte de mi recuento anueal. Esperé hasta después de que acabara – y bien acabado - el 2006, año que no fue tan malo como llegué a pensar en ciertos minutos. Durante este periodo llegué a conocer a gente muy valiosa – Paula, Erik, María Paz, Aldo y algunas otras personas (ustedes saben quienes son)-, y a darme cuenta que me puedo superar en muchos ámbitos – y que quedan tantos otros por superar aún-.
Pero bueno, vamos al periodo correspondiente a este capitulo tres: septiembre, octubre, noviembre y diciembre. Los que leyeron la parte anterior sabran que he denominado a este último cuatrimestre del año como el cuatrimestre A. Así que los meses deberían ser: aseptiembre, actobre, anoviembre y adiciembre. Bueno, a muchos les puede parecer una soberana pelotudez -a a mi también, pero bueno soy un pelotudo! -. Esta A de AMOR y de otras cosas ha sido la que ha guiado el último espacio de tiempo de mi año 2006.
Todo partió en septiembre, aunque venía de agosto, cuando ví por primera vez su foto. En un principio nunca creí que pudiéramos vernos las caras, ni menos que estaríamos juntos, pero el destino decidió jugar un rato con mi vida y nos puso cara a cara, una fría tarde el 11 de septiembre.
En aquel minuto yo estaba acompañado de otra persona — algo que era nada importante — , y bueno mi futuro amor también lo estaba — aunque bastante más interesado en su acompañante que yo —. Y vi aquellos ojos… y desde ahí decidí que algo tenía que pasar entre nosotros, quería ese cuerpecito a mi lado, y ese corazoncito para mí. Pero bueno, no había muchas posibilidades. O eso creí yo.
Después de eso el contacto por Internet se perdió. Hasta que un día en el que estaba solo delante del computador y enrabiado por una pelea estúpida, cuando vi aparecer a este pedacito de cielo. Y comenzamos a hablar. Ya me había enterado que la soltería había tocado su puerta, pero no estba tan seguro de que no hubiera encontrado compañía ya. Y así fue como quien no quiere la cosa fui revelando poco a poco lo que pensaba.
Y le pedí pololeo. Bueno un pololeo de mentirijillas, para sacarme de encima a mi ex que venía desde Asia. Aceptó, pero con una condición… que el pololeo tenía que ser lo más real posible.
Y así en octubre 3 nos juntamos en Mc Donalds (el del 16 de la Gran Avenida), y después de una pésima actuación mía — pensé que nunca más me querría volver a ver– decidí sentarme a esperar.Al día siguiente me llamó por telefono, y me invitó a un café para el día jueves. No tomamos café pero si una cerveza. Y le cobre mi primer beso. Según me enteré después, le dí el peor beso que le habían dado en su vida (o eso pareció), pero cielos, tenía lo que tanto había deseado ahí, en mis manos… estaba tan nervioso. Nunca creí que se pudiera hacer real mi sueño.
Y aquel fin de semana estuve a punto de perderte. Pero el destino volvió a jugar a mi favor. Tú sabes que ha jugado más a mi favor que en el tuyo durante este tiempo. Hasta que el diez de octubre — a instancias tuyas, lo sé — te pedí pololeo de manera formal. Desde ahí que casi no nos separamos nunca, y espero que nunca lo hagamos. Ya hemos pasado algunos problemas, y espero que hayamos salido fortalecidos como personas y como pareja. A pesar de lo que muchos puedan creer — incluyendo a LA SEÑORA y a mi mamá — realmente estoy ENAMORADO DE TI.
Bueno, la Universidad estuvo también con A (de Anorexia de ganas por ir a ese lugar), al final me quedé sin hacer el reportaje de titulo – decisión por flojera, aunque sé que bien no me habría ido — y pasé los ramos con más pena que gloria.
Noviembre fue un mes algo difícil MAD M vino de visita, y al parecer el oriente le hizo algo más. Pese a tener una relación con un chino, insistía en su amor incondicional por mi, y en sus ganas de reconquistarme, y en no creer que yo estaba enamorado de otra persona. Después de mucho torturarse, y torturarme a mi (como olvidar esos maltratos sicológicos) y a mi relación actual — aunque indirectamente — tomó sus maletas y sin decir adiós, se devolvió a su país de residencia, en donde retomó su vida de lo más normal, como si acá nunca hubiera pasado nada.
Y mi año terminó, un poco revuelto, pero terminó. No estoy aún cien por ciento tranquilo, aun me quedan cosas por pulir y cosas por entender. Quizás abrir un poco más mi mente y entender que la perfección no existe. Pero eso lo veremos con el tiempo. Ahora bien, mi horóscopo dice que este 2007 debería ser mi año. Ojalá lo sea, tengo tantas cosas por cumplir.
